miércoles, 28 de agosto de 2013

El FAP es la fuerza que más cerca está de quitarle un diputado al oficialismo

Según un estudio publicado en el periódico “La Semana” proyectando los resultados del 11 de agosto, el FAP es la fuerza política que más cerca se encuentra de arrebatarle un diputado al oficialismo entrerriano. 

La nota, publicada en el semanario mencionado y en el sitio digital de LT39 de Victoria, muestra, mediante la aplicación del sistema D'Hont, que si la lista que encabeza el candidato Américo Schvartzman accede a una banca en octubre, se la sacará al Frente para la Victoria.

Ese análisis argumenta que el FAP puede fundamentar que superaron las escasas expectativas que desde el sector progresista se les tenía en Entre Ríos, un arco que puede encontrar en el kirchnerismo cierta contención pero que también puede buscar nuevas opciones.

En el caso del radicalismo el camino a octubre tiene otras espinas. Haber resultado la tercera fuerza en la provincia no resulta cómodo para un partido que supo ganar elecciones y que no consigue generar entre sus filas liderazgos que le permitan ir más allá de ganar algunos municipios. Incluso las PASO dejaron el sinsabor de que si bien se hizo una buena elección en comparación de otras, consolidando un caudal de votos que lo pone como una fuerza con capacidad de discusión, a menos que pase un milagro se perderá presencia en el Congreso nacional, estando incluso en riesgo la senaduría.

Es, a menos que logre ratificar sus aspiraciones de convertirse en el contrapunto del oficialismo, la fuerza que parece más expuesta a una pérdida de votos en octubre, principalmente porque lo que quedó en claro en las Paso es que hubo una fuga de votos desde Benedetti hacia De Ángeli, cuyo sector apuesta a intensificar en las Generales.

También la publicación periodística argumenta que la posibilidad de un diputado no está tan lejos. De hecho, le falta un cinco (5) por ciento de votos, un porcentaje que puede ser enorme desde una perspectiva (es más de lo que obtuvo la lista que ganó las internas) pero poco desde otra (es cerca de la mitad de los votos que obtuvo el frente).

¿De dónde saldrían esos votos? En ese sentido podría ser la fuerza más beneficiada. Es presumible que los electores independientes que apoyaron a De Ángeli y no son cercanos al peronismo encuentren en Américo Schvartzman un candidato a diputado más “potable” que Cristina Cremer de Busti, pero también los independientes que votaron al radicalismo y que se decepcionaron con el resultado de las PASO pueden optar por “darle una mano” al FAP, en la medida en que alejados del oficialismo podrían optar por no votar a candidatos peronistas y considerando otro detalle fundamental: si el FAP consagra un diputado se lo sacará al Frente para la Victoria.

El tema es sencillo. Sólo hay que prestar atención a la forma de distribución de cargos, que se hace por sistema D’Hont, que consiste en establecer una serie de cocientes (dividiendo los votos o porcentajes obtenidos por cada fuerza por 1, 2, 3 sucesivamente), correspondiendo las bancas en pugna a los cocientes más altos.

En este caso son 5 bancas las que están en juego, y de acuerdo a los resultados porcentuales de las elecciones Primarias se distribuirían de la siguiente manera:

1º FpV (Eduardo Laurito), 44,41
1º UpER (Cristina Cremer), 22,25
2º FpV (Carolina Galliard), 22,21
1º UCR (Jorge D’Agostino), 22,15
3º FpV (Jorge Barreto), 14,80

Es aquí donde si la candidatura de Schvartzman -que además fue el candidato del FAP que más votos obtuvo en la Primaria- logra convocar de aquí a octubre un 5 por ciento más de votos que los que obtuvo el FAP, y los votos de Maya no permanecen en el FpV, bajando unas décimas el cociente del tercer diputado de la fuerza, la posibilidad de que el partido que el frente que en el orden nacional lidera Hermes Binner no parece tan lejana… al menos no tan lejana como que el radicalismo o el bustismo (la principal categoría de su aliado, el PRO, va a senador) decaigan en un 8 por ciento en dos meses.

Otra de las incógnitas es qué hará el casi tres por ciento que obtuvo la Nueva Izquierda, especialmente considerando que el slogan de esa fuerza era “llegar a octubre” y lo hace sin posibilidades de lograr una banca. ¿Permanecerán en esa fuerza? ¿Buscarán un sector de la oposición más o menos afín? ¿Irán con el oficialismo a partir del discurso nacional y popular?

El gran “negocio” del FAP de cara a octubre es seducir a un dos por ciento de cada uno de los otros candidatos. En los cuadros que ilustran esta nota se observa de qué manera, si el Frente Amplio Progresista logra “robarle” unos pocos votos a las otras fuerzas podría llegar a consagrar un diputado.

En contraposición a este análisis, la hipótesis de que el oficialismo pudiera lograr un cuarto diputado en octubre parece más improbable, en la medida en que implica una violenta fuga de votos de casi el 10 por ciento desde una de las dos principales fuerzas opositoras (el radicalismo o el bustismo) hacia el Frente para la Victoria, algo que hoy por hoy no resulta fácil de imaginar.