jueves, 9 de octubre de 2008

Lo mejor y lo peor de la Reforma Constitucional - Entrevista al convencional socialista Américo Schvartzman

Lo mejor y lo peor de la Reforma Constitucional

(Entrevista de Jorge R. Díaz para el diario La Prensa Federal al convencional socialista Américo Schvartzman, a pocos días de la jura de la Constitución Reformada).

¿Cuáles son los puntos más destacados de este nueva Carta Magna para los entrerrianos?
Es imposible resumirlos en dos líneas, pero los aspectos principales para destacar positivamente tienen que ver con cuatro ejes: más igualdad, es decir los nuevos derechos consagrados (equidad de género, ingreso mínimo garantizado, discapacidad, derechos sexuales y repro-ductivos, etc); los nuevos mecanismos de participación ciudadana; algunos controles al poder y el capítulo de ambiente. Por otro lado, complementan estos ejes las garantías que amplían el amparo y brindan herramientas para que podamos reclamar la efectivización de esos nuevos derechos, para que no queden en «letra muerta». El rol que tuvimos como representantes del PS en todos estos aspectos fue destacado por convencionales de todas las bancadas.

Usted es periodista. Como tal ¿destacaría alguna incorporación en especial?
Como periodista, agregaría el amplio paquete de «libertad de expresion», en el que me tocó una participación importante. Para señalar algunas partes de ese «paquete»: Derecho de acceso a la información (Artículo 13). Libertad de expresión (Artículo 12); derecho de réplica (Art. 13); publicidad oficial (Art 14); amparo para acceder a la información (Art. 56); hábeas data y protección de las fuentes (Art. 63); desaliento a cualquier forma de concentración multimedial (Art. 70); promoción de la propiedad y gestión cooperativa y comunitaria de los medios (también en el Art. 70); libre acceso a la información ambiental (Art. 84); información para el ejercicio de la ciudadanía, como parte del derecho a la educación (Art. 257); distribución gratuita, masiva e «internética» del Boletín Oficial (Art. 179). Sin ufanarme, porque en casi todos los casos había otros autores, estas incorporaciones surgieron de proyectos de nuestra autoría; sobre todo, del debate a fondo en las comisiones, con apoyo de convencionales como Raúl Barrandeguy, importante para posibilitar su incorporación constitucional.

¿Puede estar tranquila la población si el sistema de elección sigue garantizando la mayoría al partido ganador? ¿Cómo se asegura el equilibrio de los poderes?
Nosotros cuestionamos fuertemente ese sistema, que asegura la mayoría al partido ganador. Precisamente porque entendemos que, mientras subsista, no se garantiza el equilibrio democrático y la división de poderes. Y eso se agrava en el Regimen Municipal aprobado, donde con esa misma mayoría podrán endeudar a los municipios. Por otro lado, en el Régimen Municipal no se garantiza la participación de la ciudadanía en la fijación de los presupuestos, ni en los organismos de contralor de las cuentas públicas, a contrapelo de lo declamado en otros dictámenes de esta misma Convención. Parece como si el progresismo constitucional fue acotado a los ámbitos superestructurales de la provincia, mientras que los municipios se estatuyen como una suerte de coto de caza de la vieja política. Así, el «nuevo» régimen municipal surgido de la Reforma será más regresivo que el que rige hoy mediante la Ley 3001 Orgánica de Municipios.

¿En algún otro aspecto quedó un saldo negativo?

La gran asignatura pendiente de esta Convención –no obstante todo lo valioso que ya mencioné– es claramente la «Reforma Politica», ausente en las decisiones que compartieron PJ y UCR en la Convención Reformado-ra: no habrá proporcionalidad, ni segunda vuelta electoral, ni se prohibió que las elecciones sean simultáneas, que es la fuente de las verdaderas listas "sábanas", donde se elige desde el Presidente de la Nación hasta el último vocal de la junta de Gobierno. Otro gran déficit es que al Superior Tribunal de Justicia lo seguirá designando el poder político. Ésos son los desafíos que quedan para una futura reforma, que encare lo que el PJ y la UCR ahora no permitieron, en resguardo de su esquema bipar-tidista... Como dirían los reformistas del 18, si bien se avanzó mucho, «los dolores que quedan son las libertades que faltan».

¿Anota la derrota en la Unión Civil en ese saldo negativo?
Mire, aunque no lo parezca, el debate por la Unión Civil fue un gran avance, aunque no haya salido aprobada. Poco antes me decían que era una locura plantear esto, que la sociedad no estaba preparada. Y fíjese la votacion: 18 convencionales, contra 25, acompañaron la iniciativa. Eso muestra que el tema existe, quedó instalado y más tarde o más temprano será ley también en Entre Ríos. No es poco haber llevado la discusión al seno del Poder Constituyente y haber contribuido a que muchos entrerrianos y entrerrianas perdieran el miedo en este asunto.