Desde el PS, piden que no se proteja al agente con el anonimato y que se traten este tipo de noticias "con perspectiva de género".
La ley Argentina Nº 26.485 de "Protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres" define esos hechos de este modo: "toda conducta, acción u omisión que de manera directa o indirecta, tanto en el ámbito público como en el privado, basada en una relación desigual de poder, afecte su vida, libertad, dignidad, integridad física, psicológica, sexual, económica o patrimonial, así como también su seguridad personal". Esta definición alcanza a aquellas conductas o acciones "perpetradas desde el Estado o por sus agentes".
Por ello, está claro que el lamentable episodio acaecido en la vereda de un pub uruguayense el pasado domingo por la madrugada (ampliamente difundido por las redes sociales y con repercusión periodística nacional) se enmarca en esta tipificación.
Sin embargo la difusión de la noticia, al igual que en muchos otros casos similares que se aprecian a diario, prescindió de un enfoque que enmarque adecuadamente el hecho (explicando, por ejemplo, que la violencia de género no es un hecho privado sino público) así como tampoco contribuyó a orientar a quienes pueden llegar a ser víctimas de situaciones similares.
Como mínimo, las noticias sobre estos temas deberían incluir números de teléfono de dependencias públicas adonde las mujeres víctimas de violencia de género pueden acudir. No obstante, nada de ello se pudo verificar.
Desde el socialismo repudiamos la agresión física hacia las dos mujeres por parte del agente policial en tareas de seguridad privada, y cuestionamos la protección por parte de las autoridades de la fuerza con el anonimato, ante el pedido de su identificación por parte de un canal de televisión.
La violencia de género no es un problema que afecte al ámbito privado. Al contrario, se manifiesta como el símbolo más brutal de la desigualdad existente en nuestra sociedad. Se trata de una violencia que se dirige sobre las mujeres por el hecho mismo de serlo, por ser consideradas, por sus agresores, carentes de los derechos mínimos de libertad, respeto y capacidad de decisión.
La problemática de la violencia de género debe ser tratada de un modo integral. Por ello es imprescindible que los y las comunicadoras sociales contribuyan a enmarcar adecuadamente estos hechos, y así contribuir a la lucha incesante por su definitiva erradicación.