El intendente Marcelo Bisogni, en su discurso de inauguración de sesiones ordinarias, volvió a enumerar obras que en la mayoría de los casos fueron hechas con recursos nacionales y provinciales y una vez más volvió a faltar a la verdad.
Los principales problemas de la ciudad como lo son agua y cloacas, la recolección y tratamiento de residuos, la inexistente política turística, la destrucción o abandono de espacios públicos y playas, el dragado del Puerto, la falta de viviendas, entre tantos otros, estuvieron ausentes del discurso del principal responsable de una gestión municipal que viene gobernando durante casi ocho años consecutivos, que no ha resuelto sino agravado y que serán temas fundamentales que deberá abordar la próxima gestión.
Es insólito que hable de transparencia, cuando hace más de dos años le solicitamos información sobre la marcha cotidiana de la Municipalidad, que entregó en cuentagotas, de modo incompleto, a regañadientes atemorizado por ua condena judicial; y aún hoy, a pesar de la implementación de un nuevo sistema informático, seguimos todos los ciudadanos sin conocer aspectos básicos del municipio, como son: con cuántos empleados cuenta la planta permanente, cuánto cobran los empleados y funcionarios municipales, la situación de las mal llamadas “cooperativas” sociales, manejadas al peor estilo clientelar por punteros de Bisogni, entre otros puntos que deliberadamente se ocultan a la ciudadanía.
En su discurso, Bisogni parece ignorar que hace un cuarto de siglo que es su movimiento político el que gobierna Concepción del Uruguay, y por eso llama la atención cuando describe la situación en la que encontró a la ciudad, dado que está hablando del estado en que la dejaron las gestiones anteriores de su mismo partido y que él mismo integró. Para completar el desatino, se mostró orgulloso de transformar el centro cultural del mercado 3 de Febrero en una sala de juegos, con la gravedad que esto reviste.
No hay ni siquiera asomo de autocrítica en el intendente Bisogni. Todo se ha hecho inmejorablemente bien. Es inevitable preguntarse de qué ciudad habla, para cualquiera que transite las destruidas calles de La Histórica, que vea el circuito injustificable de abandono de los espacios públicos, los monumentos a la desidia que son el Banco Pelay, la Salamanca, y tantos etcéteras que podrían enumerarse, en una gestión que ha tenido superávit récord, recaudación récord, presupuesto récord y que ha dilapidado el esfuerzo colectivo.
Tras 24 años de gestiones del Partido Justicialista, es imprescindible un cambio de rumbo en Concepción del Uruguay. Los socialistas estamos convencidos de que otra ciudad es posible y seguiremos trabajando para eso.
Los principales problemas de la ciudad como lo son agua y cloacas, la recolección y tratamiento de residuos, la inexistente política turística, la destrucción o abandono de espacios públicos y playas, el dragado del Puerto, la falta de viviendas, entre tantos otros, estuvieron ausentes del discurso del principal responsable de una gestión municipal que viene gobernando durante casi ocho años consecutivos, que no ha resuelto sino agravado y que serán temas fundamentales que deberá abordar la próxima gestión.
Es insólito que hable de transparencia, cuando hace más de dos años le solicitamos información sobre la marcha cotidiana de la Municipalidad, que entregó en cuentagotas, de modo incompleto, a regañadientes atemorizado por ua condena judicial; y aún hoy, a pesar de la implementación de un nuevo sistema informático, seguimos todos los ciudadanos sin conocer aspectos básicos del municipio, como son: con cuántos empleados cuenta la planta permanente, cuánto cobran los empleados y funcionarios municipales, la situación de las mal llamadas “cooperativas” sociales, manejadas al peor estilo clientelar por punteros de Bisogni, entre otros puntos que deliberadamente se ocultan a la ciudadanía.
En su discurso, Bisogni parece ignorar que hace un cuarto de siglo que es su movimiento político el que gobierna Concepción del Uruguay, y por eso llama la atención cuando describe la situación en la que encontró a la ciudad, dado que está hablando del estado en que la dejaron las gestiones anteriores de su mismo partido y que él mismo integró. Para completar el desatino, se mostró orgulloso de transformar el centro cultural del mercado 3 de Febrero en una sala de juegos, con la gravedad que esto reviste.
No hay ni siquiera asomo de autocrítica en el intendente Bisogni. Todo se ha hecho inmejorablemente bien. Es inevitable preguntarse de qué ciudad habla, para cualquiera que transite las destruidas calles de La Histórica, que vea el circuito injustificable de abandono de los espacios públicos, los monumentos a la desidia que son el Banco Pelay, la Salamanca, y tantos etcéteras que podrían enumerarse, en una gestión que ha tenido superávit récord, recaudación récord, presupuesto récord y que ha dilapidado el esfuerzo colectivo.
Tras 24 años de gestiones del Partido Justicialista, es imprescindible un cambio de rumbo en Concepción del Uruguay. Los socialistas estamos convencidos de que otra ciudad es posible y seguiremos trabajando para eso.
Junta Departamental Uruguay
