Hace 23 años que el Partido Justicialista gobierna nuestra ciudad, con distintos matices y supuestas peleas, pero la totalidad de los intendentes desde 1987 a la fecha pertenecen a ese partido, contando además con la mayoría automática en el Concejo Deliberante desde el retorno a la democracia en 1983.
Basta con recorrer las calles de la ciudad para ver la cantidad de mini basurales desperdigados por ahí, el puerto que sigue esperando por su dragado, el estado de las calles, la falta de servicios elementales como agua y cloacas en más del 40% de la población, el basural de Talita transformado en “una bomba latente”, el estado de los principales paseos públicos: el Balneario Itapé –cuyas aguas están contaminadas por falta de tratamiento de los efluentes–, Banco Pelay, el Parque de la Ciudad -cuyo lago está tapado por algas y a punto de desaparecer-, la Costanera Norte -con los bungalows destruidos y tapados por la vegetación-, el abandono deliberado de la Terminal de Ómnibus, entre tantos otros ejemplos que podemos observar a simple vista.
Sumado a esto, la total ausencia de políticas públicas serias, participativas y con algún grado de continuidad, nos ha llevado a la disminución del turismo y al abandono de espectáculos que supieron estar arraigados a la ciudad, tales como como las expos, las muestras de la juventud en vacaciones de invierno, el carnaval y el automovilismo, entre tantos otros.
Hoy vemos una gestión Bisogni-Scelzi más preocupada por realizar negocios con inversores privados, enajenando los bienes públicos, como es el caso de la Terminal y el ex Mercado "3 de Febrero", donde los grandes beneficiarios son privados, amigos del poder de turno, que se quedan con el patrimonio de la ciudad.
Al mismo tiempo, se está comenzando la obra del Puente a la Isla frente al puerto –otro negocio para los amigos del gobierno, con bienes públicos–, mega proyecto que se realizará con un crédito de 100 millones de pesos, que aparece más como un capricho y que no tiene ningún antecedente en las instancias de pseudo-planificación de la ciudad realizados hasta aquí.
En el Partido Socialista hemos sostenido, desde un principio, que no nos oponemos a la realización de obras para la ciudad, pero al mismo tiempo reclamamos que se debe realizar una instancia participativa de planificación para las próximas décadas, no estamos de acuerdo con que el Intendente de la ciudad y el Vicegobernador de la provincia se crean con derecho a decidir que la mega obra es más importante que el agua, que las cloacas y que tantas otras necesidades, por las cuales debemos padecer los uruguayenses.
Sin lugar a dudas, el PJ es el palo en la rueda para el crecimiento de nuestra ciudad. Hoy, a más de 27 años de gobierno de caudillos, ocupados en acomodar parientes y amigos, se hace absolutamente necesario un cambio de rumbo para sacar a nuestra ciudad del lugar a la que la llevaron los dirigentes justicialistas.
Mesa Departamental Uruguay del Partido Socialista
Basta con recorrer las calles de la ciudad para ver la cantidad de mini basurales desperdigados por ahí, el puerto que sigue esperando por su dragado, el estado de las calles, la falta de servicios elementales como agua y cloacas en más del 40% de la población, el basural de Talita transformado en “una bomba latente”, el estado de los principales paseos públicos: el Balneario Itapé –cuyas aguas están contaminadas por falta de tratamiento de los efluentes–, Banco Pelay, el Parque de la Ciudad -cuyo lago está tapado por algas y a punto de desaparecer-, la Costanera Norte -con los bungalows destruidos y tapados por la vegetación-, el abandono deliberado de la Terminal de Ómnibus, entre tantos otros ejemplos que podemos observar a simple vista.
Sumado a esto, la total ausencia de políticas públicas serias, participativas y con algún grado de continuidad, nos ha llevado a la disminución del turismo y al abandono de espectáculos que supieron estar arraigados a la ciudad, tales como como las expos, las muestras de la juventud en vacaciones de invierno, el carnaval y el automovilismo, entre tantos otros.
Hoy vemos una gestión Bisogni-Scelzi más preocupada por realizar negocios con inversores privados, enajenando los bienes públicos, como es el caso de la Terminal y el ex Mercado "3 de Febrero", donde los grandes beneficiarios son privados, amigos del poder de turno, que se quedan con el patrimonio de la ciudad.
Al mismo tiempo, se está comenzando la obra del Puente a la Isla frente al puerto –otro negocio para los amigos del gobierno, con bienes públicos–, mega proyecto que se realizará con un crédito de 100 millones de pesos, que aparece más como un capricho y que no tiene ningún antecedente en las instancias de pseudo-planificación de la ciudad realizados hasta aquí.
En el Partido Socialista hemos sostenido, desde un principio, que no nos oponemos a la realización de obras para la ciudad, pero al mismo tiempo reclamamos que se debe realizar una instancia participativa de planificación para las próximas décadas, no estamos de acuerdo con que el Intendente de la ciudad y el Vicegobernador de la provincia se crean con derecho a decidir que la mega obra es más importante que el agua, que las cloacas y que tantas otras necesidades, por las cuales debemos padecer los uruguayenses.
Sin lugar a dudas, el PJ es el palo en la rueda para el crecimiento de nuestra ciudad. Hoy, a más de 27 años de gobierno de caudillos, ocupados en acomodar parientes y amigos, se hace absolutamente necesario un cambio de rumbo para sacar a nuestra ciudad del lugar a la que la llevaron los dirigentes justicialistas.
Mesa Departamental Uruguay del Partido Socialista
