lunes, 14 de julio de 2008

DURO RECHAZO DEL PS A LA POLÍTICA INMIGRATORIA DE LA UNION EUROPEA

Asistimos a una crisis de gobernabilidad migratoria que se expresa en diversas situaciones, tanto en los problemas de legitimidad y eficacia de los Estados frente al fenómeno de las migraciones como en los diferentes conflictos asociados.

Si la caracterización de los movimientos migratorios ha cambiado sustancialmente es necesario cambiar el enfoque y pensar diversas formas de encarar el fenómeno.
 
 El problema de fondo, la cuestión fundamental, la causa de las migraciones, es la desigualdad. Según datos de la Organización de las Naciones Unidas el número de migrantes se ha duplicado desde 1975, el mundo desarrollado tiene una ganancia neta de inmigrantes de casi 2,5 millones.

 Y esto no es casual, porque si algo claro tenemos es que la desregulación neoliberal llevada hasta sus últimas consecuencias de libre circulación del capital, de las finanzas y  de las inversiones, determinó un mundo más rico, que ha multiplicado su producto bruto, que ha revolucionado los medios de comercio y de producción, pero que es un mundo más injusto, profundizando la desigualdad.

 En este contexto, expresamos:

 1°- Que la cuestión migratoria tiene una profunda relación con la cuestión socialista. En este sentido, luchar por un mundo más justo, por que en cada país haya trabajo y posibilidades de una vida digna para todos, es la mejor contribución a una tarea por los migrantes.

 2° - Que mientras en muchos países desarrollados se endurecen las políticas con los migrantes, vemos que no se tiene la misma dureza con el tráfico de personas. Las políticas duras con los migrantes han logrado de esta forma que el tráfico de personas –junto al tráfico de armas y de drogas - sea en los tiempos de la globalización, uno de los delitos más deleznablemente rentables. Llamamos por ello a coordinar acciones a nivel de las legislaciones locales y regionales, y a nivel de Naciones Unidas y demás organismos internacionales, a fin de introducir tipos penales y programas para combatir el tráfico de personas.

 3°- Que para los socialistas los derechos humanos son una cuestión inclaudicable. Vivimos hoy en la aldea global. Immanuel Kant observó ya la idea de que habitamos una esfera y por ello dirigió sus pensamientos a un hecho tan banal: estamos destinados a vivir siempre en nuestra vecindad y compañía. Dos siglos después nos damos cuenta que tenía mucha razón. Hoy vemos que en esta aldea global hay ricos y pobres. En este marco, los conservadores execran públicamente a los migrantes, generando barreras, endureciendo procedimientos, y generando fábricas de ilegales, aprovechándose entonces de esta situación que explotan privadamente con fines de lucro.

 Así, una parte del bienestar del mundo desarrollado encuentra evidentemente su explicación en esa explotación de los migrantes. Se han dado en este sentido estadísticas de algunos países de Europa, que demuestran la contribución al crecimiento, al rejuvenecimiento de la población, y al desarrollo que han movilizado los migrantes.

 Nos duele por ello a quienes hemos sido receptores de inmigración europea hace apenas algunas décadas, que tengamos que hablar hoy de lo anacrónico. En materia de derechos humanos hemos retrocedido sesenta años ya que la directiva de retorno aprobada por la Unión Europea viola el artículo 9 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos que establece que nadie pude ser arbitrariamente detenido ni arrestado. Cabe aclarar que las detenciones no necesariamente tienen que ser por orden judicial, ya que simplemente puede intervenir una autoridad administrativa.

 Esta norma es francamente violatoria del derecho internacional a la libertad, la movilidad y el desarrollo. Mientras  no se adoptan medidas con los grandes capitales que pueden entrar y salir de los países sin casi control alguno provocando en algunos casos grandes desastres económicos, sociales y ambientales, la Unión Europea tira por tierra derechos fundamentales que han costado la vida a muchas mujeres y hombres que lucharon por ello.

 El derecho internacional ha sido pisoteado demasiadas veces en los últimos tiempos, por ello debemos luchar con coherencia para dar paso en el siglo XXI a un mundo de paz, de justicia y de libertad.

 Por todo ello el Partido Socialista, fiel a su solidaridad y respeto irrestricto a los derechos humanos, rechaza la directiva de retorno aprobada por el Parlamento Europeo y convoca a las fuerzas progresistas a impulsar acciones tendientes a revertirla.

 

(Declaracion del Comite Ejecutivo Nacional)