En medio de la controversia por los últimos aumentos, el convencional socialista Américo Schvartzman insistió en que la propia Constitución ponga "techo y piso" a las remuneraciones de funcionarios. El convencional recordó su proyecto sobre el tema, que pone el sueldo del gobernador como tope en los emolumentos de empleados y funcionarios de los tres poderes del Estado y, al mismo tiempo, lo ata al salario mínimo, vital y móvil. El proyecto fue muy discutido pero no se cerró el debate, sino que fue diferido en el tratamiento en comisión: "Felizmente el oficialismo se cuidó de rechazarlo como sí ha hecho con otras iniciativas. Sólo espero que el diferimiento no signifique que la Convención llegue a su fin y esto no se trate", señaló el uruguayense.
"El último aumento a jueces y legisladores reactualiza el debate, en el mismo momento en que a los trabajadores de distintos sectores se les niegan mejoras, se dibujan los índices inflacionarios y se les aumenta la exigencia fiscal a pequeños productores y comerciantes", dijo el dirigente socialista en declaraciones a un medio de Concepción del Uruguay.
También agregó: "Sabemos que hay un concepto de intangibilidad de los honorarios de los jueces, pero entendemos que eso también debe entrar en la discusión. Queremos jueces, funcionarios y legisladores bien remunerados, porque no queremos que la actividad privada, sobre todo las grandes empresas, nos arrebaten a los mejores hombres y mujeres. Pero esas remuneraciones deben guardar una razonable relación con lo que todos entendemos que se necesita para vivir con dignidad. No pueden sostenerse más esas brechas obscenas que nos equiparan con los países más inequitativos del planeta".
"Por otro lado, en una democracia es inaceptable que lo único que no sea 'intangible' sean los ingresos de los ciudadanos de a pie, ya sean trabajadores o las clases medias", concluyó.
El proyecto de Schvartzman –cuyo debate se pospuso en la Asamblea– se sustenta en los principios de eficiencia y economía en la administración pública y, al mismo tiempo, los valores de equidad que consagran los principios republicanos y democráticos, según sus fundamentos.
De acuerdo a la iniciativa, en la administración pública provincial existiría un "sueldo de referencia" objetivo, tomando éste del básico del agente de menor categoría de la Provincia. Así, la letra del proyecto fija para el gobernador una remuneración máxima de diez salarios básicos, mientras que para los legisladores el tope es igual a ocho sueldos mínimos e impide que el resto de la administración pública gane más que el primer mandatario.
"La disposición de que el sueldo de referencia del Gobernador o Gobernadora no pueda ser superior a diez sueldos básicos de la administración pública cumple acabadamente con estos requisitos y elimina la posibilidad de que se profundice la brecha perceptiva existente entre la realidad del destinatario de la labor estatal y de quienes, coyunturalmente, se encuentran al frente de la misma", manifiesta Schvartzman en los fundamentos.
"Como lo planteara en alguna ocasión Guillermo Estévez Boero, es un error creer que el problema de la reforma política puede resolverse cambiando a las personas que detentan el poder, y dejando intactas las estructuras de ese poder injusto", culmina diciendo en los argumentos el vicepresidente del bloque del Partido Socialista-Concertación Cívica.
Por otra parte, el periodista y docente de Concepción del Uruguay expresó: "Quienes integramos el PS siempre hemos planteado la necesidad de la austeridad y la transparencia. Ahora tenemos la posibilidad de convertir esa convicción en un cambio institucional", y también recordando a Carlos Sánchez Viamonte, citó: "Creemos, porque no es posible corregir a los hombres, que conviene corregir a las instituciones".