INTERVENCION DEL SENADOR RUBÉN GIUSTINIANI EN EL TRATAMIENTO DEL PROYECTO DE REPUDIO DEL ASESINATO DE CARLOS A. FUENTEALBA Y DE LA REPRESIÓN OCURRIDA EN LA PROVINCIA DEL NEUQUÉN (11/4/2007)
Señor presidente: quiero manifestar mi repudio al asesinato del docente Carlos Fuentealba, el acompañamiento a sus familiares y el reclamo de toda una sociedad de un "nunca más".
Miles de personas se movilizaron el día lunes por todas las calles del país para reclamar el "nunca más". Existieron movilizaciones en muchas provincias con una cantidad de gente que hacía mucho tiempo no se veía. Se vio una sociedad sensibilizada, y creo que no debe haber existido un sólo hogar en la República Argentina en que el lunes no se hablara del asesinato de Carlos Fuentealba. Fue un fusilamiento de hecho, en la vía pública, de un docente argentino. Entonces, cuando hemos visto todos esas imágenes de la manera en que se produjo este asesinato, cuando hemos escuchado las distintas expresiones posteriores, nos quedamos con lo expresado por su señora, por la sociedad y los que se movilizaron el lunes para plantear el "nunca más".
Ahora, el "nunca más" no alcanza y puede resultar solamente una expresión de deseos cuando vemos que no es la primera víctima de la represión de la protesta social—y esperamos, sí, que sea la última— en los últimos tiempos, en democracia.
El asesinato de Fuentealba nos lleva, primero, la reflexión, de que el camino para abordar la protesta social no es la represión ni la criminalización; que el camino no es la búsqueda de la sangre para el escarmiento, sino que el camino es el diálogo, la convivencia y la búsqueda de las soluciones de fondo.
El día de ayer, en la Comisión de Educación, con la presencia del ministro queríamos abordar esta reflexión. Hubiera sido importante la palabra del ministro, el intercambio sereno y reflexivo de las señoras y señores senadores, pero lamentablemente no existió esa oportunidad.
Creo que tiene que existir además una reflexión conjunta, porque el segundo aspecto que quiero abordar es del reclamo salarial, ya que pareciera, por algunas expresiones que hemos escuchado, que esto fue solamente un conflicto policial; pareciera que las protestas que se realizan a lo largo y a lo ancho del país, con miles de niños que no comenzaron sus clases, no constituyeran un conflicto en el cual estamos inmersos.
Por lo tanto, me parece que tenemos que abordar esto desde la responsabilidad de saber que, si bien hemos votado una ley de financiamiento educativo, y hemos aprobado la garantía de fondos para la educación, se trata de un debate que está absolutamente inconcluso.
Por supuesto que acompañamos la decisión de elevar el mínimo de 1.040 pesos para los docentes, máxime cuando vemos que la canasta básica ha aumentado enormemente desde la devaluación hasta hoy, mientras que los asalariados, los trabajadores de ingresos fijos, han tenido ingresos que han corrido en forma despareja y han perdido su poder adquisitivo. Desde ya que acompañamos ese piso mínimo. Pero el debate del sueldo básico, es fundamental. Es fundamental que no puedan existir maestros que tengan un sueldo básico que esté por debajo de los 400 pesos, con el resto del salario en conceptos "no remunerativos", es decir, en "negro".
No podemos tomar las verdades por partes, no podemos tomar las realidades fragmentadas, porque hoy tenemos el conflicto en Salta, el conflicto en el Neuquén, el conflicto en Santa Cruz, el conflicto que se tuvo en San Juan con seis jornadas de paro; el conflicto que se tuvo en Corrientes; el conflicto que tuvimos en mi provincia, Santa Fe, con siete días de paro; y el conflicto que hoy se inicia en Tierra del Fuego. Todos estos conflictos docentes que tenemos en la mayoría de las provincias argentinas hablan a las claras de que todavía hay una situación irresuelta, una situación muy seria, porque estamos hablando de miles de niños en muchas provincias que no han comenzado las clases. Y en un año electoral, este tema lo debemos tomar con gran prudencia desde el punto de vista de poder discutir esto; primero, reconociendo la justicia del reclamo y, segundo, dándole respuesta a ese reclamo.
Y el último punto que quería plantear es el problema de la distribución de los fondos entre la Nación y las provincias. Este es un tema central que no está resuelto en el país porque no está resuelta la Ley de Coparticipación Federal. Tenemos una realidad que muestra que en los últimos años, desde el proceso de devaluación asimétrica hasta aquí, hubo un proceso de concentración de los fondos de la Nación en detrimento de las provincias. Son los números y los porcentajes los que hablarán a las claras de esto. Cuando se dice que se le ha dado más a las provincias, es verdad, pero en cantidad de dinero, y ello es así porque la torta se ha agrandado. Pero la principal tajada de esa torta se la lleva la Nación. Y esa tajada de la Nación ha crecido en detrimento de las provincias por los impuestos no coparticipables, por la discusión de las provincias que reclaman fondos que les son propios, etc. Vivimos una realidad compleja que no la podemos abordar desde el discurso ni desde la campaña electoral, sino desde la responsabilidad de dar esta respuesta de fondo.
Por lo tanto, en esta trágica semana que tuvo la República Argentina quiero ratificar que ese "nunca más" va a poder ser posible en la medida en que asumamos que ni la represión ni la criminalización de la protesta son el camino; que asumamos en serio que el conflicto está planteado por un reclamo salarial justo, planteado no solamente desde los docentes, sino de todos los trabajadores de ingresos fijos en el país, de los pensionados y de los jubilados que estos últimos años han visto la pérdida de su poder adquisitivo; y que esta respuesta madura y responsable se debe dar en un nuevo acuerdo entre la Nación y las provincias, porque hoy es muy desventajosa la participación de las provincias en ese reparto de la torta nacional.
Por eso el conflicto no solamente no está solucionado, sino que se empieza a plantear de manera cada vez más preocupante, y la fotografía de la provincia más grande del país - Buenos Aires-, con un déficit gigantesco habla a las claras de esta situación.. Y esto ya empieza a ser una realidad palpable en cada una de las provincias argentinas al lado del gigante superávit fiscal de la Nación.
Por lo tanto, vaya con estas palabras mi homenaje a quienes han participado en todas estas movilizaciones para plantear con fuerza el "nunca más", y nuestra responsabilidad desde estas bancas para poder trabajar con leyes que tengan una más justa distribución de la renta y una más justa distribución entre la Nación y las provincias.
Señor presidente: quiero manifestar mi repudio al asesinato del docente Carlos Fuentealba, el acompañamiento a sus familiares y el reclamo de toda una sociedad de un "nunca más".
Miles de personas se movilizaron el día lunes por todas las calles del país para reclamar el "nunca más". Existieron movilizaciones en muchas provincias con una cantidad de gente que hacía mucho tiempo no se veía. Se vio una sociedad sensibilizada, y creo que no debe haber existido un sólo hogar en la República Argentina en que el lunes no se hablara del asesinato de Carlos Fuentealba. Fue un fusilamiento de hecho, en la vía pública, de un docente argentino. Entonces, cuando hemos visto todos esas imágenes de la manera en que se produjo este asesinato, cuando hemos escuchado las distintas expresiones posteriores, nos quedamos con lo expresado por su señora, por la sociedad y los que se movilizaron el lunes para plantear el "nunca más".
Ahora, el "nunca más" no alcanza y puede resultar solamente una expresión de deseos cuando vemos que no es la primera víctima de la represión de la protesta social—y esperamos, sí, que sea la última— en los últimos tiempos, en democracia.
El asesinato de Fuentealba nos lleva, primero, la reflexión, de que el camino para abordar la protesta social no es la represión ni la criminalización; que el camino no es la búsqueda de la sangre para el escarmiento, sino que el camino es el diálogo, la convivencia y la búsqueda de las soluciones de fondo.
El día de ayer, en la Comisión de Educación, con la presencia del ministro queríamos abordar esta reflexión. Hubiera sido importante la palabra del ministro, el intercambio sereno y reflexivo de las señoras y señores senadores, pero lamentablemente no existió esa oportunidad.
Creo que tiene que existir además una reflexión conjunta, porque el segundo aspecto que quiero abordar es del reclamo salarial, ya que pareciera, por algunas expresiones que hemos escuchado, que esto fue solamente un conflicto policial; pareciera que las protestas que se realizan a lo largo y a lo ancho del país, con miles de niños que no comenzaron sus clases, no constituyeran un conflicto en el cual estamos inmersos.
Por lo tanto, me parece que tenemos que abordar esto desde la responsabilidad de saber que, si bien hemos votado una ley de financiamiento educativo, y hemos aprobado la garantía de fondos para la educación, se trata de un debate que está absolutamente inconcluso.
Por supuesto que acompañamos la decisión de elevar el mínimo de 1.040 pesos para los docentes, máxime cuando vemos que la canasta básica ha aumentado enormemente desde la devaluación hasta hoy, mientras que los asalariados, los trabajadores de ingresos fijos, han tenido ingresos que han corrido en forma despareja y han perdido su poder adquisitivo. Desde ya que acompañamos ese piso mínimo. Pero el debate del sueldo básico, es fundamental. Es fundamental que no puedan existir maestros que tengan un sueldo básico que esté por debajo de los 400 pesos, con el resto del salario en conceptos "no remunerativos", es decir, en "negro".
No podemos tomar las verdades por partes, no podemos tomar las realidades fragmentadas, porque hoy tenemos el conflicto en Salta, el conflicto en el Neuquén, el conflicto en Santa Cruz, el conflicto que se tuvo en San Juan con seis jornadas de paro; el conflicto que se tuvo en Corrientes; el conflicto que tuvimos en mi provincia, Santa Fe, con siete días de paro; y el conflicto que hoy se inicia en Tierra del Fuego. Todos estos conflictos docentes que tenemos en la mayoría de las provincias argentinas hablan a las claras de que todavía hay una situación irresuelta, una situación muy seria, porque estamos hablando de miles de niños en muchas provincias que no han comenzado las clases. Y en un año electoral, este tema lo debemos tomar con gran prudencia desde el punto de vista de poder discutir esto; primero, reconociendo la justicia del reclamo y, segundo, dándole respuesta a ese reclamo.
Y el último punto que quería plantear es el problema de la distribución de los fondos entre la Nación y las provincias. Este es un tema central que no está resuelto en el país porque no está resuelta la Ley de Coparticipación Federal. Tenemos una realidad que muestra que en los últimos años, desde el proceso de devaluación asimétrica hasta aquí, hubo un proceso de concentración de los fondos de la Nación en detrimento de las provincias. Son los números y los porcentajes los que hablarán a las claras de esto. Cuando se dice que se le ha dado más a las provincias, es verdad, pero en cantidad de dinero, y ello es así porque la torta se ha agrandado. Pero la principal tajada de esa torta se la lleva la Nación. Y esa tajada de la Nación ha crecido en detrimento de las provincias por los impuestos no coparticipables, por la discusión de las provincias que reclaman fondos que les son propios, etc. Vivimos una realidad compleja que no la podemos abordar desde el discurso ni desde la campaña electoral, sino desde la responsabilidad de dar esta respuesta de fondo.
Por lo tanto, en esta trágica semana que tuvo la República Argentina quiero ratificar que ese "nunca más" va a poder ser posible en la medida en que asumamos que ni la represión ni la criminalización de la protesta son el camino; que asumamos en serio que el conflicto está planteado por un reclamo salarial justo, planteado no solamente desde los docentes, sino de todos los trabajadores de ingresos fijos en el país, de los pensionados y de los jubilados que estos últimos años han visto la pérdida de su poder adquisitivo; y que esta respuesta madura y responsable se debe dar en un nuevo acuerdo entre la Nación y las provincias, porque hoy es muy desventajosa la participación de las provincias en ese reparto de la torta nacional.
Por eso el conflicto no solamente no está solucionado, sino que se empieza a plantear de manera cada vez más preocupante, y la fotografía de la provincia más grande del país - Buenos Aires-, con un déficit gigantesco habla a las claras de esta situación.. Y esto ya empieza a ser una realidad palpable en cada una de las provincias argentinas al lado del gigante superávit fiscal de la Nación.
Por lo tanto, vaya con estas palabras mi homenaje a quienes han participado en todas estas movilizaciones para plantear con fuerza el "nunca más", y nuestra responsabilidad desde estas bancas para poder trabajar con leyes que tengan una más justa distribución de la renta y una más justa distribución entre la Nación y las provincias.